lunes, 17 de diciembre de 2018

¡Descansa en paz!



Lunes, 17  de diciembre de 2018.

A 157 días...

A NUESTRO GRAN AMIGO ANTONIO DE ANTONIO CAMPOY





     La noticia de tu “marcha” me llegó a través de mi hermano Pepe, e inmediatamente  busqué  la confirmación de la misma. Mémora no  pudo desmentirme la macabra certeza de tu involuntaria huida al desconocido “más allá”.

     Teníamos muchos buenos amigos pero, por desgracia, se nos están acabando, se nos están gastando estos, se nos están escapando para siempre, se nos están  perdiendo  en los caminos terrenales sin retorno. Solo nos dejan recuerdos, solo nos quedan desdibujadas imágenes de un pasado imposible de olvidar. Nos cuesta creer en la rapidez con que vamos menguando en número, en el ejercicio práctico de la verdadera y perdurable amistad.

     Hemos llegado tarde para despedirnos de ti, para poder desearte las mejores bienaventuranzas allá donde te encuentres.

     Las palabras, vehículos de amistad, dudan, se tabalean y acaban perdiéndose en la  incomprensión, en la negativa sorpresa, en lo inesperado, hasta que, poco a poco y machaconamente, vamos asimilando el final de todo y de todos.


    Descansa en paz, Antonio, por los siglos de los siglos.

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