lunes, 9 de marzo de 2015

El Día (Continuación)



BIENAVENTURANZA OCTAVA Y ÚLTIMA

Bienaventurado aquel,
esclavo de su destino,
que tuvo la suerte y dicha,
de encontrar en su camino,
señora de alma visueña,
triada de visueños hijos,
nietos de sangre alcoreña,
miles de buenos amigos,
pan  y tiempo sobrado,
para leer viejos libros,
para vivir madrugadas,
para beber buenos vino y…
en un mañana lejano,
descansar en paz, tranquilo,
como descansan y sueñan,
los abuelos y los niños,
bajo la sombra alargada
de los cipreses amigos,
notarios de sus andanzas
en los Alcores del Viso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario