martes, 3 de marzo de 2015

El día (Continuación)



BIENAVENTURANZA SEGUNDA

Bienaventurado aquel,
sembrador de recio trigo,
que no espera recompensas,
ni halagos de sus vecinos,
que camina por la vida
con el firme compromiso
de hacer al hombre más hombre,
de hacer más sabio a los niños,
de hacer crecer la esperanza,
y rescatar del olvido,
los sueños y las venturas
de los seres más queridos,
sin esperar nada a cambio,
como humano bien nacido.

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