domingo, 23 de marzo de 2014

Reflexión marginal

CUMPLEAÑOS

     75 años, 15 lustros, 7 décadas y media, ¾ partes de un siglo. Todos ellos, migajas de tiempo.
     ¿QUÉ CELEBRAR?
     ¿Un pasado consumido, entregado, sin nada a cambio, a una juguetona y caprichosa memoria, a una nada inescrutable?
     ¿Un volátil presente, ya ausente, marchito, apenas nacido?
     ¿Un inalcanzable futuro, incierto, quimérico, breve?
     ¿Una cuenta saldada, pagada con alegría y sinsabores?
     ¿Una deuda desconocida, por pagar?
     
     Y por gracia y a pesar de lo anterior, adoctrinado por los vahos de la rotunda costumbre, por los vapores sacros de la tradición, por los engañosos aromas de la rutina, encenderemos velas de celebración; lanzaremos fatigados soplos a los aires festivos para apagar y calmar pasados e incertidumbres; regalaremos sonrisas y hasta cantaremos, tapadera bendita para vencer nuestras inseguridades.
      Y por gracia y a pesar de lo anterior, seguiremos amando la vida, continuaremos esperando la llegada del día del cumpleaños, para celebrarlo, aunque, a hurtadillas, nos sigamos preguntando… ¿QUÉ CELEBRAR?


No hay comentarios:

Publicar un comentario