¡NO, A LOS CONSEJOS!
Un
consejo quiero darte.
Decía
un padre a su hijo:
“No
aceptes ningún consejo
y,
mucho menos, los míos”.
Los consejos son las voces
de
los que mucho han perdido,
sin
darse cuenta, los necios,
que
mueren en los oídos,
de
aquellos que los escuchan
como
cotidianos ruidos.
No pidas ningún consejo
a
tus dorados amigos,
que,
sin querer, te darán
lisura
y sutil espino,
inservible
panacea
en
tu dudoso camino.
Los consejos son suspiros
de
los dioses del Olimpo,
que
para nada nos sirven
en
este mundo de pillos,
de
saltimbanquis expertos
en
donarnos consejillos.
Los consejos del mayor
siempre
sonaron a chino,
son
como malas canciones,
condenadas
al olvido.
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