lunes, 18 de noviembre de 2013

Versos íntimos

                       TU MARCHA Y MI  RESURRECCIÓN

     Se detuvo el traidor tiempo,
se hizo el aire irrespirable
se apagaron las estrellas,
cuando de mí, te alejaste.

     Clarines desesperados
se adueñaron de mi calle,
mil dagas del desaliento,
aceros bien miserables,
se clavaron en mi pecho,
cuando tú me abandonaste.

      Las heridas de tu marcha,
impúberes incurables,
sangraron noches y días
como excelsos manantiales,
rociando mi quebrada alma
con pensamientos infames.

     Mas pasado algunos años,
millonarios en instantes,
las luces de la esperanza,
bálsamos en mudos lances,
iluminaron mis horas
con colores agradables,
desgajando de mi vida
la tristeza del cobarde,
esa que roe y corroe,
como rata detestable,
las ganitas de vivir
y los amores más grandes.

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