domingo, 17 de noviembre de 2013

Versos de un mal reparto

TÚ Y YO

     Tú, con el corazón de oro,
yo, pecador detestable.
¿Quién repartió en este mundo
los yerros y las bondades?

     Tú, con la carita de ángel,
yo, del montón, para atrás.
¿Quién repartió en este mundo
lo bello y la fealdad?

     Tú, dueña de mil amores,
yo, olvidado hasta por Dios.
¿Quién repartió en este mundo
la tarta del buen amor?

     Tú, noche negra, morena,
yo, pajizo, blanco papel.
¿Quién repartió en este mundo
 los colores de la piel?

     Tú, con la risa encendida,
yo, triste melancolía.
¿Quién repartió en este mundo
la tristeza y la alegría?

      Tú, una rosa perfumada,
yo, una estancia inodora.
¿Quién repartió en este mundo
las esencias, los aromas?

     Tú, recibiste mil gracias,
yo, mísera calderilla.
¿Quién será el repartidor
de los dones de la vida?
Algún gracioso ha de ser,
seguro que de allá arriba,
donde se cuecen lo nimio
y la grandes maravillas.

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