jueves, 21 de noviembre de 2013

Soneto al caminante

PARA EL HOMBRE SE HICIERON LOS CAMINOS

     Para el hombre se hicieron los caminos,
para el hombre, los árboles crecieron,
¡Ay, torpes hijos de los desatinos!
¿Por qué olvidáis las dádivas que os dieron?

     Son los caminos de los peregrinos,
gratas estancias, que al tedio vencieron.
Romped con vuestros sedentes destinos
y honrar las rutas que otros recorrieron.

     No hay caminos sin recio caminante,
ni caminante que huya de las sendas,
                  búscate un nuevo camino y... ¡Adelante!

     Y vi al hombre retirar las vendas
que cubrían el ojo vacilante,
para hollar mil caminos de leyendas.


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