MAÑANA
Mañana buscaré en vano
para
mi corazón, consuelo,
al
descubrir que las musas
rompieron
todos mis sueños,
secaron
mi inspiración
se
adueñaron de mis versos.
Está cerrada mi mente,
mi
boca, guarda silencio,
están
mudas mis ideas
y
huyen marchitos, mis verbos.
Mañana será buen día
para
ensayar mis lamentos,
para
llorar, como un niño,
para
sentirme hombre muerto.
Y nada me importará
que
se hundan los claros cielos,
que
se seque el ancho mar,
que
se apaguen los luceros
o
que las blancas palomas
se
vistan de luto negro.
Y en un jardín silencioso,
huerto
de dolor eterno,
descansaré
derrotado,
hasta
recobrar mis versos.
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