EL AYER Y EL HOY
Era ayer, mi joven cuerpo,
una
firme fortaleza,
hoy,
las huellas de la vida,
lo
han hecho muralla vieja,
que
puede ser abatida
por
una brisa pequeña.
Era ayer, mi joven mente,
aula
de puertas abiertas,
hoy,
la senil apatía,
le
ha birlado su presteza,
dejándola
rota, sorda,
dueña
de una gran ceguera.
Era ayer, mi joven alma,
emporio
de la pureza,
hoy,
los golpes del vivir,
marchitaron
su grandeza,
desterrándola
por vida
a
la cruel mala conciencia
Era ayer, mi joven vida,
predio
de gran riqueza,
hoy,
los gastos del camino,
me
han llevado a la pobreza,
de
todo lo que yo tuve,
sólo
una cosa me queda,
saber
que la vida es una,
y
que la muerte, me espera.
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