jueves, 29 de agosto de 2013

Versos de la mar

UNA MADEJA DE VERSOS

     Sentado ante ti me encuentro,
tratando de devanar
una madeja de versos,
hilados frente a ti, mar.
En la rueca hilo, que hilo,
y no quiero descansar,
temo que un necio olvido,
me la pueda arrebatar
y se esfumen, como niebla,
mis versos, frágil cristal.

Con hilos de fantasía,
los versos, quiero engarzar,
en un sereno poema
de espumas y blanca sal,
con aromas marineros
y sueños de navegar.
Como gaviotas adultas,
quiero echarlos a volar,
con alas de impresas páginas,
acabadas de estrenar,
de un inacabado libro,
compendio de mi verdad.

La madeja de mis versos,
apreciado manantial,
va vertiendo sus vocablos
sobre el salino orillar,
componiendo con mesura,
poema, alegre cantar,
que sueña ser bautizado
con las aguas de la mar.
La madeja de mis versos
fue menguando al caminar,
al dejar sobre la arena
versos para declamar.

Mientras, el nuevo poema,
va creciendo más y más,
rebuscando, entre las aguas,
bendita felicidad,
al final de su camino,
huera la madeja está,
y al dejar su último verso
como epílogo final,
lluvia de furtivas lágrimas
derrama sobre la mar,
escribiendo su epitafio,
sobre un rosado coral,
cumpliendo bello destino
dictado en el más allá.

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