miércoles, 9 de enero de 2013

Versos al tedio


ABURRIMIENTO

     Perdí la palabra
en un triste tedio
y, sin la palabra,
murió el pensamiento,
sintiéndome al filo
de un abismo hueco,
vacío de todo,
de nada, cubierto,
de nada absoluta,
loco aburrimiento.

     El canto monótono,
airado lamento
de un viejo teléfono,
destrozó el silencio,
despertó palabras,
abrió pensamientos.

      Ruidosa llamada,
¿La tomo, la dejo?
Repite su llanto,
el viejo teléfono,
lo escucho, lo miro,
sin querer, me acerco,
sin ver, lo descuelgo,
lo tomo en mi mano,
y guardo silencio,
una voz amiga,
conocido acento,
derrama su voz,
descubre mi aliento,
me nombra, me pide,
así, de momento,
el perdido número
de un amigo nuestro.
Con hacer autómata,
lo busco, lo encuentro,
lo lanzo a los aires,
lento, lo enumero,
escucho mil gracias,
de nada y lo cuelgo,
y sin darme cuenta,
vuelvo con mi tedio,
con la dura nada
de mi oscuro tiempo.

     ¿Para qué me sirven
estos ciegos versos,
heridos de muerte
y de aburrimiento?

     Y sigo en mi nada,
junto a mis lamentos,
y busco palabras,
nuevos pensamientos,
puertas de salidas,
vida y aires frescos,
deshollinadores
del aburrimiento.

      Y...

No hay comentarios:

Publicar un comentario