lunes, 28 de mayo de 2012

Añoranza de la mar

ECOS DE CARACOLA

Los ecos de caracola,
en mis horas, despertaron,
mil olvidados ayeres,
retratos desdibujados
de una infancia caducada,
guardada en viejo retablo,
donde lo insigne es la nada
y, maravilla, el engaño.

Los ecos de caracola,
en mis oídos grabaron,
cantos de sirenas vírgenes,
rumores de desengaños,
salinas odas marinas,
sonoras de enamorado
que, en el orillar del tiempo,
destierro, pronto encontraron,
convirtiéndose en espuma,
en sombra, en cuento soñado.

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