Versos de versos

PROSA Y POESÍA

Cuando la prosa se duerme,
cansada de caminar,
la ladina poesía,
inventora del soñar,
como furtiva ladrona
le roba dulce panal,
de mil palabras dormidas,
para con ellas jugar.

En carro de fantasía
y divertido rimar,
la jocosa poesía,
dueña de su eternidad,
va tejiendo rica tela
tornasolada de sal,
estampada en tenues versos
aromados de azahar,
para vestir un poema
venido del más allá,
donde los hombres se aburren,
en monótono parlar.

Cuando la prosa se agota,
exprimida en pobre andar,
la traviesa poesía,
señora de luz fugaz,
le birla con vil descaro
destellos de bienestar,
fundidos con sentimientos
acabados de granar.

En bajel imaginado,
con velas de tierno pan,
la atrevida poesía,
navegante en bella mar,
va roturando las aguas
con su quilla de cristal,
trillando la blanca espuma
con arado de coral,
para crear un poema
en un tedioso lugar,
donde los hombres practican
la prosa, para olvidar.

Cuando la prosa despierte
de su letargo letal,
la olvidada poesía,
voz de añorado juglar,
habrá devuelto a los hombres
sus ganas de imaginar,
de jugar con las palabras,
al tiempo de disfrutar.

En horas de torpes prisas,
de esconderse en lo falaz,
la entrañable poesía,
voz de clara libertad,
escoge versos y rimas
con cadencia musical,
dibujando con destreza
blancas palomas de paz,
amores de faz eterna,
sueños de limpia verdad,
para que los nuevos hombres,
en unísono compás,
hermanen prosas y versos,
poesía y bien hablar.