domingo, 8 de enero de 2012

Versos de añoranzas

¿DÓNDE MORAS, INOCENCIA?

¿Dónde moras, inocencia?
¿Dónde encontrarme contigo?

En una vieja mañana,
perdida en añejo olvido,
marchaste paloma blanca
dejando huero tu nido.
El niño que era tu dueño,
frágil espiga de trigo,
creció como crece el viento
en los inviernos más frío,
ausente de tus miradas,
de tus risas y suspiros,
de tu creer sin fronteras
y de tus alegres trinos.
En días largos y cortos,
con finos y recios hilos,
fue tejiendo con torpeza
los más variados tejidos,
para cubrir las durezas,
regalos de su destino.

Desertaste, alba inocencia,
por ignorados caminos,
dejándolo sin escudo,
desorientado, perdido,
sin entender los albures,
los riesgos y los peligros
que la vida le entregó
desde que fuera bien niño.

Trompetas de algarabías,
anuncian por los caminos,
cortejo de viejos Reyes,
de alba inocencia vestidos,
de inocencia son sus pasos,
inocentes sus amigos,
pregonan clara inocencia
de las que gozan los niños,
de las que encienden los ojos
y les dan luces y brillos.
Tantanes de sones dulces,
proclaman con sus sonidos,
la llegada de unos Reyes
desde los sueños finitos,
de esos que se van marchando
poco a poco, calladitos,
dejando regusto amargo,
envidias y largos suspiros.

¿Dónde moras inocencia?
Quiero que vuelvas conmigo.

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