miércoles, 7 de diciembre de 2011

POEMA DE REPETIDO RECUERDO

HOGUERITAS DE EL VISO

Llega el siete de diciembre,
puerta de la Inmaculada,
cantando sus villancicos
de fumatas y grandes llamas,
que juegan por los alcores
como hermosas luminarias,
llenando el anochecer
de fulgores de oro y plata,
de bendita convivencia,
que ni los fríos apagan.

Legiones de menudencias,
infantes de corta talla,
protagonizan el sueño
de poner El Viso en ascuas,
de encender los corazones
con fuego de ricas brasas,
de esas que penetran firmes
por las ventanas del alma.

Los cielos se han empolvado
con luces anaranjadas
y la noche se divierte
con las grandes llamaradas
que entre los aires se mueven
como mágicos fantasmas.
Los niños juegan alegres
al corro de la patata
y los mayores se pierden
soñando historias pasadas,
al calor de las hogueras
que llevan en sus espaldas.

¡Hogueritas de mi pueblo,
puerta de la Inmaculada,
seguid con vuestro quehacer
de brillantes luminarias,
que el día que me faltéis
de pena morirá mi alma!

¡Hogueritas del Alcor,
puerta de la Inmaculada,
decidle a la blanca luna,
a las estrellas de plata,
al rocío de diciembre,
a los fríos y la escarcha
que, en esta noche festiva,
están todas invitadas!

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