Son los relojes del alma.
con sus compases de fiesta,
los que marcan en diciembre
tic tac de humanas sorpresas,
que llegan a los oídos
con frescores de agua fresca.
Son los relojes del alma,
con sus agudas saetas,
lo que traen en diciembre
horas de magnas tristezas,
que roen la débil mente
con efluvios de hondas penas.
Son los relojes del alma
constructores de albas sendas,
que cada cual las transita,
a su modo, a su manera,
que cada cual las recorre,
con libertad, como quiera,
montados sobre la grupa
de la alegría o la pena.
Son los relojes del alma
dueños de todas las fiestas
y cuando llega diciembre,
amos de la Nochebuena.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 5 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario