LAS CUATRO ESTACIONES

Con el estío cerramos el ciclo para iniciar en su finalización otro repetidamente.

VERANO


Trigal áureo
en jornadas de sofoco,
vientos de fuego
que ennegrecen albos rostros,
silencios tercos
por miles de grillos rotos,
tórrido sol
fuente de calor doloso,
desnudez viva
en obligado reposo,
desierto yermo
arenal crisol de oro,
agro árido
devenido en secos tormos,
sopor profundo
sudoración sin decoro,
inquietos sueños
con oscuridad de pozo,
tiempo que engarza
noches de murmullos sordos,
flamear de bosques
que dejan de ser frondosos,
fuego etéreo
climax de ceniza y polvo,
verano al fin,
de ocio, de buscado gozo.