miércoles, 26 de octubre de 2011

Soneto íntimo

ENGAÑO

La engañosa vida me invita al canto,
y, en la senda de mi vivir, yo muero,
y, en mi morir, a mi gran amor hiero,
mutando mi canción en recio llanto.

Mi alma herida padece dolor fiero,
presa en las urdimbres del desencanto,
¿Cómo liberarme de este cruel manto?
¿Cómo borrar mis huellas del sendero?

Y la vida me trata como humano,
como reptil erecto de alma rota,
como despreciable y falaz mengano.

Y la muerte me sorbe gota a gota,
convirtiendo mis tiempos en vil guano,
en triste aria que, mi vivir, agota.

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