martes, 7 de junio de 2011

Versos de primavera

ACROBACIAS DE PRIMAVERA

La primavera llegó,
anunciando tiempos nuevos,
el azahar es testigo,
gran notario y testaferro,
de las mil y una acrobacias,
de contorsiones y vuelos,
de mutaciones extremas,
de piruetas de ciegos,
de cambios, de grandes saltos
de los cielos a los suelos,
repetidas maniobras,
iteradas en el tiempo,
con docta sabiduría,
de los hombres, de los pueblos.

Al calor del fuego sacro,
a los humos del incienso,
al pabilo de la cera,
al triunfo del silencio,
a las sendas del dolor,
al estallo de los rezos,
a los Cristos, a las Vírgenes,
al sumo recogimiento,
le siguen, por estas tierras,
sin esperar ni un momento,
los cantos, la algarabía,
la confusión, el enredo,
los bailes, las bataholas,
las calles de los infiernos,
las casetas, los vinitos,
la gloria del ocre albero,
la alegría desbordada,
la existencia, hecha festejo.

Hay que ser un gran artista,
un mago de gran talento,
un muy destacado acróbata
o un hábil volatinero,
para, sin traumas, pasar,
para saltar, sin recelos,
en un diminuto instante,
en unas gotas de tiempo,
del mayor de los dolores,
al mayor de los contentos,
de una gran pena, insufrible,
al sumo divertimento,
de la negra oscuridad
a la luz y al aire fresco,
de los pasos arrastrados,
a los bailes, al revuelo,
de los rezos y plegarias,
a la música sin freno,
de los versos más sagrados,
a los más paganos versos.

La primavera camina
por conocidos senderos,
canta las mismas canciones,
narra los mismos cuentos,
unos son para las almas,
otros son para los cuerpos,
disfrutemos de ambos dos,
que la vida es un momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario