Versos de la niñez

¡QUÉ GRANDE ERA TODO!

De niño todo era grande,
era todo gigantesco,
todo era monumental,
todo se veía inmenso,
las calles, las avenidas,
la risa, el llanto, los besos,
las viviendas, los jardines,
la lluvia, el trueno, los vientos,
las plazoletas, las fuentes,
la sombra, el ruido, los miedos,
los campos, las fortalezas,
los pecados y los rezos,
el monte, el río, la mar,
las fantasías, los sueños,
las huertas, las arboledas,
el libro, el lápiz, los cuentos,
las camionetas, los coches,
la fiesta, el amor, los juegos,
el cargadero, los trenes,
el frío, el calor, el silencio,
los pinos, los palmerales,
la vida, la muerte, los duelos,
los cines y los teatros,
la pobreza, los encuentros,
la indigencia y los piojos,
las tumbas, los cementerios,
las miserias, las desgracias,
la guerra, el dolor, los muertos,
las llaves y los cerrojos,
la sumisión y el respeto,
el levante, el poniente,
la gloria, el honor, el verbo,
el espigón, las murallas,
el pan, el hambre, los cielos,
las cárceles, las iglesias,
lo puro, el candor, el ingenio,
el trabajo, la ignorancia,
el alma, la fe, los credos.

De niño todo era grande,
mas, con el paso del tiempo,
se abrieron ojos y mentes,
las cosas, menguando, fueron,
hasta alcanzar la medida
que de aquestas, hoy tenemos.