Fiestas de la Santa Cruz. El Viso del Alcor

Retazo cuarto y último del Pregón de las Fiestas de la Santa Cruz visueña de 2003.

EPÍLOGO

Con añoranzas de plata,
con nostalgias a guardar,
con miles de sueños nuevos
acabados de soñar,
desandamos los caminos
sin volver la vista atrás,
no vaya a ser que el destino,
tacaño en felicidad,
nos robe con vil descaro
las CRUCES DE LA TABLÁ.
Que nadie se ponga triste
cuando se asome el final.
Sólo hay que esperar un año
para volver a empezar,
con los saludables sueños
del cantar y del bailar,
de vestidos de volantes,
de gargantas afiná,
de farolillos y luces,
del buen vino y bien yantar,
de sonoras carcajadas,
de una plausible hermandad,
del infinito milagro
de ahorrar para gastar,
y de un sinfín de ilusiones
que el visueño ha de guardar
como garante y señor
de su CRUZ DE LA TABLÁ.

¡Que nadie se ponga serio
cuando se acerque el final.
Sólo hay que esperar un año
para volver a empezar!

Y mientras tanto vivamos,
en este alcor celestial,
con la bendita esperanza,
con la soñada verdad:
¿Quién pudiera tener juntas
las CRUCES DE LA TABLÁ?