viernes, 29 de abril de 2011

Versos podridos

CONFESIÓN IMAGINADA DEL SR.BOTÍN Y OTROS

Cuando la noche dormita,
yo, al amparo del silencio,
cómplice de mis andanzas,
encuentro sitio y momento,
para despojarme, a tientas,
de mis golfos pensamientos,
de mis humanas flaquezas,
de mi inmodestia y mis cuentos,
de mis galones de hombre,
de mis canitas al viento,
de mis toscas presunciones,
de mi fosco engreimiento
de mi oronda petulancia,
de mis ocultos defectos.

Cuando la noche dormita,
yo, a los mundos, me confieso,
entre sudores amigos,
rumiando remordimientos,
reúno en una partida
a los truhanes y necios,
que moran en mis entrañas,
ocultos en mis adentros,
rodeados de mentiras,
reyes de los fingimientos,
y me despojo, uno a uno,
en partos cruentos y serios,
de estos memos caminantes,
de este caminar infecto,
ocultos en los acres sótanos
de un hombre casi perfecto.

Cuando la noche dormita,
yo, estigma del usurero,
sumido en honda tristeza,
confieso mi desconsuelo,
¡Qué daría por salir
de mi rico estercolero!
busco átomos de redención,
sueño con ser hombre bueno,
el sueño se desvanece
y se ríen los dineros.

* * *
Cuando la noche dormita,
en estos modernos tiempos,
la confesión y el despoje,
no curan a los enfermos,
son medicinas baratas
que te alivian, de momento,
pero el mal sigue bien vivo,
creciendo, siempre creciendo,
en las almas putrefactas,
en las horas de banquero.

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