sábado, 23 de abril de 2011

Versos de la palabra herida

¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO?

Entre bostezos de plomo,
las palabras se perdieron,
hoy vagan desorientadas,
por las esquinas del tiempo,
buscan espigas sonoras
entre trigales sedientos,
buscan voces encendidas,
vocablos de aromas nuevos.

En tálamos aburridos,
las palabras se durmieron,
despertaron malheridas,
empobrecidos sus cuerpos,
como insulsas criaturas
vagan por los fríos tedios,
babosean mediocridad,
vacío, estúpidos verbos.

En bosques de indiferencias,
las palabras se escondieron,
entre callados follajes,
entre brozas de silencios,
rotas y atemorizadas,
buscan brotes y renuevos,
perennes hojas de vida,
raíces de versos nuevos.

Entre graznidos humanos,
las palabras van huyendo,
se ocultan en las mazmorras
de los permisivos tiempos,
padecen mutilaciones,
mutaciones que dan miedo,
y nadie se compadece
de su padecer siniestro.

En los mensajes de móviles,
las palabras van muriendo,
sufren mordaces gangrenas,
lepra de tiempos modernos,
guadañas desafortunadas
va socavando sus cuerpos,
hasta dejarlas sin savia,
sin sentido, si aliento.

Y al final de este poema,
no nos queda más remedio,
que preguntarnos, contritos,
¿Qué es lo que estamos haciendo,
con las benditas palabras,
con sus almas, con sus cuerpos?

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