Versos de enamorado

MELILLA

En una noche de ensueño,
de sortilegios y magia,
de grandes encantamientos,
de alquimias y nigromancias,
yo, mísero trovador,
te soñé, Melilla amada,
radiante como un lucero,
luciérnaga plateada,
vestida de alba doncella,
reina de la madrugada,
y mis ojos, ¡pobres ojos!
menesterosas ventanas,
no pudiendo soportar,
el fulgor de tu mirada,
padecieron cruel ceguera,
ceguera de horas malas,
y mis sumisos sentidos,
indigentes camaradas,
no supieron aguantar,
tanta belleza granada,
tanto primor contenido
y tanta pureza, en tu alma.

En una noche de ensueño.
al filo de la madrugada,
yo, rendido rimador,
te busqué, Melilla amada,
entre perdidos ayeres,
entre suspiros de plata,
entre silencios opacos,
entre distancias amargas,
para llenarme de ti,
para beberme tu magma,
para sentir en mis venas,
tu sangre, savia sagrada,
y ser un trozo de ti,
enraizado en tus entrañas.