Versos de añoranzas

MELILLA

Mil añoranzas navegan,
por mil mares de silencios,
soñando mil aventuras,
buscando mil nuevos dueños,
vienen de un viejo orillar,
del otro lado del viento,
vienen de africana tierra,
cargaditas de misterios,
de despiertas cicatrices,
dibujadas por el tiempo.

Mil añoranzas navegan,
en mil pequeños veleros,
desplegando mil velitas,
buscando mil nuevos puertos,
donde fondear, rendidas,
plenas de gratos recuerdos,
de vivencias, de experiencias
y de juveniles sueños,
bordados sobre tu piel,
como caricias al viento.

Mil añoranzas despiertan,
mil armoniosos requiebros,
piropos de mil colores,
mil duendecillos traviesos,
capaces de procrear,
en las esquinas del cielo,
mil arcoíris hermosos,
luciérnaga de rico verso,
para iluminar tus horas,
para decirte, te quiero.

Mil añoranzas engarzan,
cuentas de rosario viejo,
mil letanías presentes,
plegarias de viejo tiempo,
y tú, mi Melilla sacra,
espigar de pan selecto,
caricia desmemoriada,
amiga de los silencios,
mucha culpa, tienes tú,
de mi gran padecimiento,
hijo de la lejanía,
de mi doliente destierro,
de este vivir separados,
a ambos lados del Estrecho.