martes, 15 de febrero de 2011

Versos para el que los quiera

ROMANCE LOCO DE UN GRAN LOCO

Romance disparatado,
encontré en un mentidero,
escrito en papel de niebla,
con pluma de un viejo cuervo,
con una tinta invisible,
con letra de libro viejo.
Temática desatinada,
llena de trucos y enredos,
de palabras dislocadas,
de lánguidos locos versos,
sólo la rima guardaba,
norma, regla y precepto,
sin pasarse de la raya,
sin practicar loco juego.

Un loco debió escribirlo,
en su gran locura, envuelto,
desafiando a los mundos,
retando a todos los cuerdos,
a los clásicos poetas,
a los vates del momento,
a las caprichosas musas,
a los duendes del ingenio,
al tonto de capirote,
a los sabios y a los genios,
teniendo, para cada uno,
jaculatorias y versos,
locuras de horas locas,
locuras de locos tiempos.

Sólo los locos conocen
donde se esconden los sueños,
donde se ocultan las risas,
donde se fabrica el miedo,
donde se muere la muerte,
donde se compra el salero.
Sólo los locos nos cuentan,
las verdades del barquero,
los dichos de Maricastañas,
las mentiras del banquero,
las penas de Cucufato,
las artes de Don Tancredo.
Sólo los locos se ríen,
de la muerte y de su reino,
de lo divino y sagrado,
del infierno y de los cielos,
de las grandes paparruchas
de los que rigen los pueblos,
del poder y de la gloria
y del goloso dinero.

Por si quisieran leerlo,
con el romance les dejo.

“Yo, el más ido de los locos,
a la par, loco y loquero,
pájaro loco, loquillo,
sembraré esto locos versos,
en la orilla de la luna,
en las esquinas del cielo,
en las ventanas del campo,
en las puertas del infierno,
en los ojos de la niebla,
en las orejas del viento,
para reírme de mí,
al escuchar los lamentos,
de mi corta entendedera,
de mis raquíticos sesos,
para burlarme de ti,
ejemplo del hombre cuerdo.

Yo, gusano de cortas horas,
de brevedades y sueños,
hermano de la locura,
inventora de estos versos,
derramo sobre vosotros,
todos mis chiflados rezos,
plegarias de iluminado,
chorizadas, esperpentos,
para embrujaros a todos,
para volveros jumentos,
para reciclar el mundo,
para darle un loco sello,
maneras de locura honda,
locuras de aires nuevos.

Yo, pan de locura extrema,
vetusto, rancio alimento,
manduca desheredada,
dejaré mis locos versos,
sobre los techos del mar,
sobre la piel del aliento,
sobre las sombras del alma,
sobre el humo de un ¡te quiero!,
para haceros, calcetines,
y daros la vuelta, al tiempo,
o tortilla de patata,
o soberano misterio,
para despertar, hoy mismo,
al hombre que llevamos dentro.

Yo, calenturienta locura,
ruina, desastre, desecho,
despojo del ser humano,
guardaré esto locos versos,
en las copas de los árboles,
en los gritos del silencio,
en las sombras de los mares,
en las caricias del viento,
para que nunca se acaben,
los antiguos romanceros,
los juglares y los bardos,
los trovadores, los sueños,
la palabra enloquecida,
la rima y los versos frescos”.

2 comentarios:

  1. Hola amigos repetidos, hacia tiempo que no me pasaba por este espacio vuestro, observo con placer, vuestra interminable virtud para con las artes. Un abrazo amigos.

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  2. Con alegría recibimos tu visita y tu comentario.
    Hasta pronto, en nuestra querida Melilla.
    Abrazos

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