miércoles, 2 de febrero de 2011

Versos no deseados

PALABRA MALDITA

Una maldita palabra,
me llama todos los días,
me busca a todas las horas,
me pide que la reciba,
que la incluya en mis poemas,
que, en mis versos, le de vida,
delira por verse impresa
en una de mis poesías,
no le importa su tamaño,
ni los tiempos, ni las rimas,
tiene un fijo pensamiento,
ser dama protagonista,
damisela destacada,
una estrella, una gran diva.

La palabra me persigue,
me molesta, me atosiga,
y no encuentro la manera,
de quitármela de encima,
de apartarla de mi mente,
de alejarla de mi vida,
de encerrarla en el olvido,
de perderla de mi vista.

No quisiera yo nombrarla,
ni darle la bienvenida.
ni grabarla en mis escritos,
ni tenerla yo cerquita,
quisiera que se volviera,
con la mayor de las prisas,
a su tiempo, a su casa,
al lugar donde vivía,
para poder descansar,
para gozar de la vida,
sin la presencia dolosa
de esta palabra maldita.

Me figuro que todos tendremos, por desgracia, una o varias "palabras malditas" que, por su negativo significado y por su machacona actualidad, nos gustaría no hubieran existido. A esas "palabras" va este poema.

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