A MIS MUSAS
Mis musas vienen de noche,
cuando se acuesta el silencio;
cuando el gorrión se encuentra
en el mejor de sus sueños,
y sus muchos gorrioncillos,
no tienen ganas de juego;
cuando el mosquito se haya,
de sangre, bien satisfecho,
ya ha picado suficiente,
y como “el Quico” se ha puesto;
cuando la luna lunera,
se bebe todos los vientos
y dormita silenciosa,
con sus ojos semiabiertos;
cuando el grillo y la cigarra
se miran con embeleso,
sin hacer ningún ruidito,
debajo del tomatero.
Mis musas vienen de noche,
cuando se duerme el silencio,
para traerme, gozosas,
racimos de versos nuevos,
por ser el único ser,
que las espera, despierto,
con pijamita de insomnio
y el ordenador abierto,
para teclear, silente,
la retahíla de versos,
que me regalan las musas
que viven bajo mi techo.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
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