VIVIR
¡Qué placer más agradable!
¡Qué gozo más sugestivo!
¡Qué gusto más seductor!
¡Qué delicia, hermano, amigo,
cuando, al llegar la mañana,
puertas a la vida, abrimos!
Abrir los ojos al día,
es trabajo bien sencillo,
abrir ventanas al tiempo,
es placentero ejercicio,
asomarse a la existencia
con la mente y los sentidos,
es regalo, don, presente,
dádiva, obsequio divino.
Por eso, cada mañana,
antes de emprender camino,
le doy gracias a los cielos,
al que me mantiene vivo,
al que me permite estar
con mis gentes, mis amigos,
y me regala palabras,
sueños y libre albedrío,
para componer poemas
y saber que vivo sigo.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
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