lunes, 24 de enero de 2011

Versos dedicados a...

A LOS LLANTOS

¡Ay madre, que estoy llorando!
sin razón y sin sentido,
¿Cómo se puede llorar,
estando limpio y comido?
Alguna vez, nos sucede,
con el llanto, amigo mío,
que se llora, sin querer,
sin saber, como castigo,
aunque, las más de las veces,
siempre tenemos motivo.

Los llantos son las espitas,
válvulas o viejos grifos,
por donde escapan corriendo
el dolor y sus vecinos.

Siempre llega acompañado,
de lágrimas y jipíos
y, en ocasiones extremas,
de profundos alaridos,
de gritos, de tristes gestos,
de aullidos o bramidos,
catálogo de lamentos,
que producen desatino
y nos dejan echo polvo,
apenados y afligidos.

También, de gozo, se llora,
y este llorar si es bonito,
¡Qué bien nos saben sus lágrimas!
¡Qué felices nos sentimos,
cuando los llantos vienen,
de cosas buenas, vestidos!

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