A LA CARIDAD
¡Qué buena eres, caridad,
cuando el corazón te engendra,
mas, que poco vales tú,
cuando te traten y vendan,
como falsa mercancía,
como ganga o prebenda,
como usada baratija,
como ajada y vieja prenda!
Los tiempos de la verdad,
a la mentira se enfrentan,
las horas de la caridad,
de amargores, están llenas,
son hijas de la injusticia,
hermanas de la honda pena
y, en manos del poderoso,
es pura y dura apariencia,
es artificio, engañifa,
es despreciable estrategia.
Caridad, eres bendita,
si el amor es tu bandera,
si vives anonimato,
si de ella, no alardeas,
si eres pan para el hambriento,
si eres frescor de agua fresca,
si te das a los demás,
sin esperar recompensa.
jueves, 20 de enero de 2011
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