viernes, 24 de diciembre de 2010

Versos de dudas

¿ VALIÓ LA PENA?

En un venturoso establo,
pasado ya dos milenios,
dicen que nació un Infante,
Rey de la tierra y del cielo.
El Niño lloró en su cuna.
Sabe que, como un cordero,
ha de ser sacrificado
cuando le llegue su tiempo,
para redimir al hombre
de sus pecados terrenos.

No sé si valió la pena
su glorioso Nacimiento,
ni si su muerte fue,
para los hombres, remedio
a su necio proceder,
a su proceder perverso.

Celebrar es fácil cosa,
olvidar es algo viejo,
confundir es renegar
de los buenos sentimientos
y es mezclar, en sacos rotos,
lo mundano y lo eterno.
Por eso, en la Nochebuena,
galopan por mi cerebro,
como potros desbocados,
cien dudas, mil titubeos,
que asolan mi pobre alma
y roen mis pensamientos,
hundiéndome en la miseria
de los hombres más incrédulos.

Con silente inconformismo
lanzo preguntas al viento:
¿Valió la pena nacer,
Niño Jesús de mis sueños?
¿Valió la pena morir,
por los hombres de estos versos?

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