domingo, 21 de noviembre de 2010

Versos íntimos

ALMA

Crucé desiertos caminos,
hollé sagrados senderos,
descubrí risas y llantos
en numerosos paseos,
atravesé portalones
de aldabas y clavos viejos,
me asomé por las ventanas,
amigas de claros vientos,
rompí cadenas de bruma,
de niebla y de duro acero,
navegué sobre las olas,
soñando ser marinero,
pregunté a la negra noche,
y a los profundos silencios,
a la luna de alcanfor
y a los amos del infierno,
para conocer mi alma,
para saber sus secretos,
sus arcanos, lo que oculta
en sus ignotos adentros,
para conocer su esencia,
sus atributos, su aspecto,
su rara inmortalidad,
su craso vivir eterno.

Nada de aquello que hice,
sirvió para hallar consuelo,
sigo sin conocer mi alma,
sigo atado a sus secretos,
soy hijo de la ignorancia
y crecido entre misterios,
soy hijo de las tinieblas
y, mi alma, un triste sueño,
desconocida por fuera,
inédita en sus adentros.

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