martes, 12 de octubre de 2010

Versos para recitar a los más pequeños

LA LLUVIA CHIQUITA

La lluvia chiquita,
de menudas gotas,
de gotas enanas,
pequeñas, redondas,
no quiere venir
conmigo de ronda.
¡Sí, sí, conmigo de ronda!

Porque la gran lluvia,
de gotas grandotas,
se guasea de ella,
se burla, se mofa,
se ríe de la pobre,
en donde la coja.
¡Sí, sí, en donde la coja!

la lluvia chiquita,
anda siempre sola,
por el azul cielo,
llora, que te llora,
derramando lágrimas
de penita gorda.
¡Sí, sí, de penita gorda!

Son perlas chiquitas
que el suelo no mojan,
ni hacen charquitos,
ni suenan, ni botan,
pobrecitas mías,
que jamás engordan.
¡Sí, sí, qué jamás engordan!

La lluvia chiquita,
anda como loca,
buscando una mar
que no tenga olas,
para, muy despacio,
bebérsela toda.
¡Si, sí, bebérsela toda!

La pobre no piensa,
tampoco razona,
que la mar no cabe
dentro de su boca,
ni en su barriguita
de nubes graciosas.
¡Sí, sí, de nubes graciosas!

La lluvia chiquita,
dice, la muy tonta,
que no aguata más,
que ya no soporta,
este sin vivir,
esta mala sombra.
¡Sí, sí, esta mala sombra!

Y que está dispuesta,
dentro de unas horas,
a buscar suicidio,
a acabar por toda,
con este martirio
de anorexia boba.
¡Sí, sí, de anorexia boba!

La lluvia chiquita,
de menudas gotas,
se fue para siempre
a su cielo rosa.
Yo no le perdono,
de ninguna forma,
que ella no viniera
conmigo de ronda.
¡Sí, sí, conmigo de ronda!

No hay comentarios:

Publicar un comentario