jueves, 7 de octubre de 2010

Romancero de la Ballena

CAPRICHO DE MAR

Harto de monotonías,
el mar, planicie inquietante,
arrinconó reincidencias
y se desbocó, salvaje,
abriendo en el orillar,
con indómito oleaje,
foso de seria pendiente,
aviso de navegantes,
para el osado bañista
de distraídos modales.
Olas de tez envolvente,
tronadoras, incansables,
martillearon la orilla
con hacer firme, constante,
dando sonoros bocados
a los llanos arenales,
forjando un acantilado,
hondonada, fácil valle,
resbaladera inaudita,
caprichos de vivos mares.
Espectáculo gratuito
mota de antojo insondable,
mutación del orillar,
el mar, impar, responsable.

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