Y LOS ABUELOS A LA HUELGA
La cosa tiene mandanga,
mandanga de pan y huevo,
mandanga de gran tronío,
mandanga y ningún salero.
Un alto sindicalista,
señorón por estos predios,
liberado tragaldabas ,
algo cortito y fullero,
defensor, cuando se acuerda,
de los sufridos obreros,
tuvo una grandiosa idea,
los sesos se le fundieron,
propuso la grande gesta,
con la geta de hombre bueno,
con palabritas de santo:
¡A la huelga los abuelos!
Huelga contra los hijos,
contra las nueras y yernos
y, para darle grandeza,
contra los amados nietos,
dejándolos “tiraítos”,
por todito un día entero,
el tiempo que dura la huelga,
que han programado estos lerdos.
¡Qué poco saben de amores,
qué poco saben de abuelos,
qué poco saben del dicho:
“Lo primero es lo primero”.
Así, dejadnos tranquilos,
al ladito de los nietos,
buscad otra soldadesca,
para saciar vuestros egos,
de grandes sindicalistas,
de defensores del pueblo.
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
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