A Javier
Por los aires me llegaron,
notas de muerte y silencio,
y las sumisas palabras,
por los aires se esparcieron,
en un caos sin sentido,
desbarrando sentimientos,
contradictorio estandarte
de polvos y negros miedos.
Una pequeña paloma,
un amasijo de hierro,
una noche deshonrada
y, al fondo, tétricos restos,
una afilada guadaña,
la Parca, busca pretexto,
para arrebatar la vida
de un joven y frágil cuerpo.
Sobre la noche y la tierra,
nada cambia y todo es nuevo,
la muerte juega a matar,
la muerte manda ¡Silencio!
Hablemos de teatro: Vudú (3318) Blixen
Hace 3 semanas
Preciosa pero triste a la vez. Un abrazo. mmkuba.
ResponderEliminarNos alegramos de tu visita y de tu comentario.
ResponderEliminarLa fatal realidad de lo cantado en nuestro poema, nos duele sobremanera, se trataba de un joven y buen amigo.
Abrazos