miércoles, 4 de agosto de 2010

A bote pronto

Con manifiesto retraso, nos sumamos a la euforia colectiva propiciada por el triunfo de "La Roja", con este modesto e intranscedente poema.

¡Cuánto costó, CAMPEONES!
Cuánta lucha y sufrimiento,
cuánta lágrima vertida,
cuánto griterío al viento,
cuánta esperanza maltrecha,
cuánto descarriado sueño,
cuánta incomoda locura,
cuánto viaje al infierno,
cuánta falsa cercanía,
cuántos alejados cielos,
cuántas hambrunas de triunfos,
cuánto inservible amuleto,
cuánta sed sin redimir,
cuánto amargo desaliento,
cuántos puntos infinitos,
cuántos insufribles vuelcos,
cuántas insumisas glorias,
cuánto escurridizo anhelo,
¡Cuántos!
Y en un bendito segundo,
rolan los pérfidos vientos,
y una redonda burbuja,
golpeada con acierto,
llega al fondo de la red
y se rinde el mundo entero,
y el gran olimpo del fútbol
con dioses de rango y peso,
olvidan darnos la espalda
y nos otorgan el premio,
ser CAMPEONES MUNDIALES,
con justo merecimiento,
y los cuántos se acabaron,
y se durmieron los cuentos,
y de alba realidad
se han vestido nuestros sueños,
allá, donde el mundo acaba,
y ahora…, empieza lo bueno.

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