NUEVE CANCIONCILLAS
La hora es instante fugaz
cuando en el placer hurgamos,
sempiterno es el dolor
sí en el amor fracasamos.
Mira con ojos abiertos
donde siembras tus amores,
que los vientos se los llevan,
dejando sólo raigones.
Déjame que oiga tu voz,
cuando callandito rezas,
quiero saber los secretos
que a Nuestro Señor le cuentas.
No busques por los caminos
solar que ha sido trillado,
búscate una nueva senda
para hallar lo deseado.
El amor te está matando
por no quererme escuchar,
que los amores ingratos
hay que dejarlos marchar.
¿Quién te dijo que naciste
con un pan bajo tu brazo?
¡Que poco te conocía!
Aún viviendo a tu lado.
Quiero abrir mi corazón
a tus palabras de seda,
para sentir en mi sangre
efluvios de primavera.
No busques entre los sueños,
las verdades del barquero,
búscalas junto a la mar
donde están los marineros.
La virtud es cara dama,
difícil de conquistar,
pero una vez conseguida
la vida ya no es igual.
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