martes, 25 de mayo de 2010

Versos a Gloria Fuerte (II)

2. A TU VOZ

Tenías la voz cascada,
de tanto recitar versos,
castizo, señero y grave,
era tu deje, tu acento,
voz de ronca caricia,
para narrar cuentos tiernos.

Tenías la voz herida,
por ser juglar de este tiempo,
de ronroneos de mar
y de quejíos sureños,
con el sonar diferente,
de los viejos sonajeros
y el cadencioso vibrar,
del rasgueo y del gorjeo.

Tenías la voz quebrada,
de tanto recitar versos,
a los niños y a los grandes,
que al lado de ti, crecieron,
libando tu fantasía,
tus quimeras y tu verbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario