Romancero de la Ballena

GUITARRA Y SOLANO

Guitarra de bello cuerpo
rompe el silencio en la noche,
sones de cuerdas hermanas
se pierden por los alcores,
mil notas de ágiles dedos
huyen entre girasoles,
buscan para distraerse
tejados y blancas torres
y los guardianes del campo
levantan muros de voces,
chirridos de mudas lenguas
para apagar bellos sones.

Guitarra de bello cuerpo
rompe el silencio en la noche.
Al oírla se despierta
la Luna de los alcores,
busca henchida de placer
de donde vienen los toques,
que en los recodos del aire
llevan aromas de flores.

Un solano traicionero,
que con nada está conforme,
se presenta de improviso,
busca por los callejones
cuerdas finas que tensar
y romper graves bordones.

¡Guitarra, huye guitarra!
¡Márchate de los alcores!
Que este engallado solano
viene con aires de cobre,
trae en su cálido aliento
engaños y sinsabores.
¡Guitarra, huye guitarra!
¡Deja pronto los alcores!
Grita la luna encendida
porque muy bien lo conoce.
Guárdate guitarra mía
para que nadie te toque,
sólo las manos queridas
de tu amante, que es un hombre.