viernes, 30 de abril de 2010

Versos de arrepentido

¡QUÉ SÉ YO!

¡Qué sé yo de la pobreza!
Yo, criatura afortunada,
para atreverme a cantar,
con rebuscadas palabras,
poema, al margen escrito,
de la pobreza, cantada.
¡Qué sé yo de las pobrezas
que en estas tierras, cabalgan!

¡Qué sé yo de la miseria!
Qué sé yo de las gargantas
que claman a nuestro mundo,
hecho con huecas palabras,
un trozo de nuestras sobras,
unas sobrantes migajas.
¡Qué sé yo de las miserias
que en este mundo, descansan!

¡Qué sé yo de nuevas guerras!
Todas ellas, alejadas,
si escondo, como avestruz,
mi conciencia entre las alas,
y dejo que muchos otros
se sigan rompiendo el alma.
¡Qué sé yo de nuevas guerras
que empiezan y nunca acaban!

¡Qué sé yo de enfermedades!
Que quiebran cuerpos y almas,
sí unos simples resfriados,
nos hacen perder la calma,
mientras los cuerpos se pudren
y las pobres fosas, faltan.
¡Qué sé yo de enfermedades
que por otros barrios, andan!

¡Qué sé yo del chabolismo!
Que lo vemos de pasada,
que miramos de reojo,
poniendo estúpida cara,
sin querernos enterar
de esta aterradora lacra.
¡Qué sé yo del chabolismo,
dueño yo, de hermosa casa!

¡Qué sé yo de bellos versos!
que cuentan cosas extrañas,
compuestos de pobres rimas,
con mil palabras prestadas,
y dejándome arrastrar
por una belleza rancia.
¡Qué sé yo de bellos versos,
que no sirven para nada!

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