domingo, 25 de abril de 2010

Primavera

CLOPILLAS IV

¡Ay de aquel que estando ciego,
todo lo quiere tocar,
y grita, en su negra noche:
cuando mis ojos verán!

¡Ay del que llega sediento
a una fuente de agua fresca,
y al ver sus límpidas aguas,
siente pena de beberlas!

¡Ay del recio agricultor
de alma y de cuerpo quebrados,
que mira al cielo y pregunta:
¿Para quién es mi trabajo?!

¡Ay del pobre enamorado
que por la luna, anda siempre,
y que al pensar en su amor,
suspiros le van y vienen!

¡Ay del hombre sin fortuna
que busca amigos y esposa,
y sólo halla en su camino,
volátiles mariposas!

¡Ay de las aguas tranquilas
y de aquellas brisas suaves,
que en sus adentros esconden
ventiscas y tempestades!

¡Ay de los ricos podridos,
almaceneros de plata,
que nacen, viven y mueren
en su reino de hojalata!

¡Ay del pobre gorrioncillo
que en su vuelo se lamenta:
todos se hartan de trigo,
y la culpa es para el menda!

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