viernes, 8 de enero de 2010

Reflexión marginal nona





¿CÓMO CAMBIAR LA “CULTURA” DEL ALCOHOL EN LO HUMANO Y EN LO DIVINO?

Hoy reflexiono por necesidad y por obligación. Hoy, la marginalidad de mi reflexión necesita otros márgenes incomprendidos y otras reflexiones solitarias y solidarias para expresar el descontento y el desconcierto que ciertas actuaciones humanas nos producen a más de uno y de dos, y que, en su cotidianidad, se van convirtiendo en aceptada, admitida, consentida y celebrada norma.

Hoy reflexiono desde dentro y desde la periferia; desde las nubes y desde el suelo; desde la gloria y desde el infierno; desde la congratulación y desde el fracaso; desde la vanagloria y desde la modestia, y al final del recorrido siempre la misma pregunta, siempre las mismas respuestas.

Durante unos pocos días, muchos visueños y visitantes comentarán, en distendidas charlas, las excelencias de la última Cabalgata de Reyes Magos de nuestro pueblo y felicitarán a los miembros del Ateneo, encargados y responsables de la realidad de la misma. No faltarán, cosa lógica, opiniones discrepantes, voces disconformes, sesudas sentencias, contrarias a las bondades manifestadas por la mayoría.

Hoy mi reflexión busca ser, a la par, defensor y acusador; Quijote y Sancho; valedor y denunciante. Defiendo a los hombres del Ateneo, Quijotes de la ilusión, valedores de los más pequeños; capaces, en su dolosa minoría, de despertar, una vez al año, los mejores, utópicos y fantásticos sueños de la niñez, y acuso a los que, inconscientes, inmaduros y maquinales, se alían con el alcohol para pasarlo bien, a pesar de la muchas advertencias de los organizadores (verbales y por escritos) y a pesar del carácter infantil de la celebración. Hoy, me convierto en valedor de los “cuatro locos del cartonaje y del corcho blanco”, por su machacona insistencia y su cabezonería, demostrada a lo largo de muchos años, en que no se pierda en El Viso, en nuestro Alcor, la noche de los sueños posibles e imposibles, y denuncio a los que, confundidos, se alistan a un cortejo, donde el alcohol sobra.

Hoy mi reflexión busca amigos, padres, jóvenes, visueños, que no se conformen con la crítica fácil, que no se conforten con la fácil denuncia, que no se complazcan con la fácil confidencia, sino que se acerquen al tajo, que se arrimen a la brecha, que se asomen al currelo, para que las cosas mejoren y, sobre todo, para que los hombres mejoremos.

Celósime, pusiste el dedo en la llaga y asomaron comentarios tras tu apreciada celosía. Hoy, lo pongo yo, y os invito a sumar, por el bien de este rincón nuestro y de sus gentes, sobre todo, por los que aún no saben de “Alcoholes”.

4 comentarios:

  1. Acepto el reto, y tomo el testigo. Supongo que estas son las cosas que le hacen a uno saltar.
    Tienes razón en que es más fácil señalar con el dedo que arrimar el hombro.
    De todas maneras, la imagen de la litrona es algo que responde a aptitudes individualizadas e independientes muy difícil de controlar. Olga decir que no tienen nada que ver con la organización del Ateneo.

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  2. Para mí, en particular, y para el resto de miembros del Ateneo sería de nuestro agrado encontrarte como "especial sumando" para próximas Cabalgatas. El tiempo vuela y ahí queda el ofrecimiento.
    Abrazos.

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  3. Bueno, bueno, una invitación como esa no se puede rechazar. Sólo te emplazo a que me avises con anticipación al inicio de los preparativos de la próxima. Estaré encantado de sumar uno.
    Un abrazo.

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  4. No esperábamos menos de ti. ¡Contamos contigo! Alguien muy especial para vosotros os lo agradecerá.
    Más abrazos.

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