martes, 3 de noviembre de 2009

EL VISO DEL ALCOR


EL VISO DEL ALCOR (IV)

Juguemos a lo imposible,
como costumbre bien sana,
para desterrar prejuicios,
de las estúpidas almas.
Juguemos a hacer posible,
sueños de clara esperanza,
deseos de firme pulso
y proyectos del mañana.
Juguemos por los Alcores,
al parchís del siempre ganas,
con fichas de girasoles,
dados de espigas doradas.
Subamos simas profundas,
bajemos altas montañas,
compremos con fiel dinero,
un trozo de estéril nada.
Naveguemos en bajeles,
por las calles empedradas,
y volemos por los aires
en naves de la mar brava.
Pintemos calles y pueblos,
con niebla de la mañana,
esculpamos mil figuras
con espuma y fina escarcha.
Leamos libros en blanco,
inventando sus palabras,
escribamos cien poemas
con un verso de hojalata.
Escuchemos las baladas,
de sordomudas guitarras,
copiemos tres partituras,
para lanzarlas al agua.
Sembremos una arboleda,
de espigas de fina caña,
construyamos un jardín
con espinas de pirañas.
Viajemos al frío Sol,
en carros de fea plata,
y demos trozos de Luna
a las caprichosas damas.
Rompamos silentes truenos,
sones de voces calladas,
y encendamos los cohetes,
de pólvora ya quemada,

En etcétera infinito,
con arte y ríos de guasa,
cread tantos imposibles,
como os dé la real gana.
Y en este creador viaje,
de fantasía extrañas,
dadle a la mísera vida,
en el culo, tres patadas.

(Tomado del “Romancero de los Alcores”)

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