242 .- MAR Y PUEBLO
¿Quién a ti te condenó?
Le
pregunta el mar al pueblo.
¿Acaso
fueron mis olas,
crecidas en fiero invierno?
Le responde el pueblo al mar:
No son tus olas de invierno,
las fuentes de mi condena
en este vivir incierto,
son los cantos de sirenas,
son las roñas del dinero,
la ausencia del tierno pan
y el sino del marinero.
¿Quién a ti te condenó?
Le pregunta el mar al pueblo.
¿Acaso fueron mis aguas,
raptoras de marineros?
Tus aguas queden tranquilas,
le contesta presto el pueblo:
Las causas de nuestro mal,
destino del marinero,
son los vientos de maldad
y los conformismo ciegos.
Bien merecido castigo
en este fenecer cierto.
¿Quién a ti te salvará?
Le pregunta el mar al pueblo.
¿Acaso serán las olas,
de las aguas de tus versos?
Le contesta el pueblo al mar:
Sólo tú, mar de mis sueños,
puedes, si quieres, salvarme
de este sin vivir eterno,
rompiendo fieras cadenas
del más resistente acero,
del más duro pedernal
que existe en el universo
y así, volver a soñar,
con ser marino de nuevo,
en las aguas de cristal
de un amado mar eterno.
crecidas en fiero invierno?
No son tus olas de invierno,
las fuentes de mi condena
en este vivir incierto,
son los cantos de sirenas,
son las roñas del dinero,
la ausencia del tierno pan
y el sino del marinero.
Le pregunta el mar al pueblo.
¿Acaso fueron mis aguas,
raptoras de marineros?
le contesta presto el pueblo:
Las causas de nuestro mal,
destino del marinero,
son los vientos de maldad
y los conformismo ciegos.
Bien merecido castigo
en este fenecer cierto.
Le pregunta el mar al pueblo.
¿Acaso serán las olas,
de las aguas de tus versos?
Sólo tú, mar de mis sueños,
puedes, si quieres, salvarme
de este sin vivir eterno,
rompiendo fieras cadenas
del más resistente acero,
del más duro pedernal
que existe en el universo
y así, volver a soñar,
con ser marino de nuevo,
en las aguas de cristal
de un amado mar eterno.
El Viso del Alcor, 28 de Junio de 2024
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