El que asomamos hoy, es un retrato no realizado por ninguno de nosotros dos, pero que como todo se queda en casa, en cuanto a su autor y a su modelo, no tenemos ningún pudor de considerarlo como algo muy nuestro.
El rostro pertenece a MARTINA, una de las nietas de Clemente, la primogénita y el artista que la retrató con bastante maestría es su hijo también mayor, Clemente. ¿Comprenden con esta explicación la consideración de ser algo nuestro?
Clemente hijo, heredó esta cualidad de moverse estupendamente en el campo del dibujo; por ello no tuvo grandes dificultades al enfrentarse en sus estudios superiores en asignaturas harto difíciles para licenciarse en Arquitectura, como las de esta materia, tanto técnico como artístico. Y si se le puede poner algún pero a toda esta historia, que tiene como protagonista a un excelente arquitecto, es que por el exceso de trabajo, sobre todo, hallamos podido perder, ojalá que sea momentáneamente, un potencial y prometedor artista.
Y la prueba de ello la podemos observar a continuación.
Y de la modelo qué decir... Que es ya una adolescente encantadora, adornada de numerosas virtudes y que supongo también tendrá algunos "peros" en contra de lo anterior, aunque sinceramente son difíciles de detectar; que además del encanto de su sonrisa, que nunca la pierde, nos ha salido una excelente alumna, que raramente en sus estudios desciende del sobresaliente, tanto en su época de la primaria como actualmente en el Instituto; que también heredó algo de sus progenitores, haciendo algunos o muchos pinitos, aunque a mí personalmente me gustaría que los prodigara más, y de los que hace tiempo asomamos por aquí, en nuestro blog, y que continúa sorprendiéndonos en estas últimas semanas al conseguir dos medallas de oro en la especialidad gimnástica de cinta, en donde compite en esta temporada y que se clasificó para las finales de Andalucía. Y que lo que yo más destacaría es su bendita sencillez y su colección de amistades.
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