Pequeño y perdonable lapsus, ayer, al saltarme el miércoles, que era el día de reflexión anterior a las elecciones y mi retazo ya daba por hecho que se habían celebrado. Disculpen nuestros lectores este intrascendente trueque.
Miércoles, día 14 de junio
REFLEXIÓN
Jornada
aparentemente tranquilla la considerada como de reflexión, aunque no por ello
se deja de trabajar en el asunto, que no es otro que el de conseguir el mayor
número de votos posibles. Nosotros, por ejemplo, la aprovechamos para la entrega de credenciales de
interventores y apoderados, para comentar la fiesta de día-noche anterior y
para animar al personal de que por fin parece que se va encontrando el camino.
La
gente acudió de nuevo como en los mejores tiempos y todo es augurio de algo que
nos puede beneficiar. No falta, eso sí, el “nervio” propio de estos acontecimientos y sobre todo, porque
no ha sido sola una vez en la que el optimismo también nos embargó y luego, a
la hora de las papeletitas, el resultado en su vertiente negativa, fue de
escándalo. Por ello y a pesar de las encuestas, la intranquilidad nos acompaña
en esta jornada de reflexión casi en voz alta.
Coincidencia,
la televisión gallega emite publicidad del PSOE y referida a la campaña
electoral en la madrugada, dentro ya de la jornada de reflexión. ¿Pasará algo o
a alguien? ¿Se premiará al responsable?, porque o se es demasiado despistado o
mejor mandado o demasiado cara.
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