300 .- MIS PATRIAS PEQUEÑAS
Tengo dos Patrias pequeñas,
por una mar, separadas,
una, vive en su orillar,
la otra, en el interior, anclada.
Una, nostalgia padece
de un mar, hoy vega dorada,
la otra, por beber sus aguas,
sueña y vive enamorada,
a ambos lados de la mar,
tengo estas pequeñas Patrias.
Bastilipo es vieja aldea,
Rusadir es milenaria,
El viso quiere ser pueblo,
Melilla, es urbe, encantada.
El Viso, desde su Alcor,
altiva y bella atalaya,
mira girasoles y trigos,
soles y espigas doradas,
que se mecen en su Vega
con las brisas sevillanas.
Melilla, frente a la mar,
se entretiene con sus barcas,
pidiéndole al dios Neptuno,
que nunca les pase nada,
que son sus preciadas velas
europeas y africanas.
Melilla me vio nacer,
me bautizó con sus aguas,
crecí en el Barrio Obrero,
cerca de la Plaza España,
allí gasté juventud,
allí libé buena savia,
los años volaron céleres,
hoy son nidos de añoranzas.
Al viso arribe una tarde,
sin conocerlo de nada,
¡benditas fueron las horas
de mi insegura arribada!
Con prontitud descubrí
solas de acogidas sanas,
y El Viso me concedió
miles de amistades francas,
vida, cuajo y madurez,
una espeso, agüita clara,
tres vástagos estupendos,
con ello me sobra y basta.
Tengo dos Patrias pequeñas
por una mar, separadas,
antes de morir quisiera
poder a ambas abrazarla.
El Viso del Alcor, 24 de Febrero de 2023
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